martes, 15 de mayo de 2018

LÁGRIMAS BAJO LA CAMA
A Simón, como a otros muchos niños les ha ocurrido, de pequeño no paraban de llamarle llorón: "¡Simón, eres un llorón!" -le repetían todos-. Cansado de escuchar que lo llamaran así, decide un día limpiarse tooooooodas las lágrimas y estrujarlas en un bote que guardaría debajo de su cama. Una vez que empezó a hacer esto, se dio cuenta de que las personas que lo rodeaban, ¡también lloraban! por lo tanto... ¡también eran unos llorones!

Ni corto ni perezoso, decidió limpiarles las lágrimas a todos y esconderlas en los botes que guardaba bajo la cama. Después de un día y otro... Empezó a ver un poco extraña a la gente...

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